Si, si...ya se, nadie quiere saltearse los días, todavía
falta halloween, el acto de fin de año de los chicos en el cole, acción de gracias
para los que la festejan, el cumple de Oli y demás…pero mi cerebrito ya está en programa
navideño desde hace algunas cuantas semanas y todos saben que esta época es mi perdición.
Como digo en el curso, podría mudarme al polo norte y ser feliz eternamente sin
darme cuenta de la realidad…desde la comida, las decoraciones navideñas, las
ramas de pino por toda la casa y los regalos, todo para mí sabe a Santa y “jingle
bells” por estos días! Es mi época feliz, después de un año que de verdad me
dejó agotada (si tienen alguna receta mágica para recuperar energía, será bienvenida!)
solo quiero disfrutar y volver a ser chica, ya que en este momento del año la
paso en grande, un poco antes de lo usual es verdad, pero es que me gusta
aprovecharlo al máximo para que no se termine tan rápido.
Por esto, ya empecé a saborear las recetas tradicionales de
mi familia, esta era una de las preferidas de mi abuelo, Biscotti de almendras.
Son fáciles de preparar, solo llevan una doble cocción (de ahí su nombre) pero
es muy rápida. Casi como un bay biscuit pero con el sabor de las almendras
tostadas, mas finitos y con todo el encanto italiano…vieron que charme tienen
los italianos…una vez tuve un jefe romano…haaa nada como los romanos, elegantes,
encantadores…ojo, también era una especie de Neron totalmente loco de remate, pero
eso se los cuento otro día.
Sigamos con los biscottis, como les decía, eran los
preferidos de mi Abuelo porque son obviamente italianos, le gustaban con vino
dulce a la tardecita. Estuve pensando mucho en él estos días, él es parte fundamental
de mis recuerdos navideños y seguro vuelva con más de sus recetas preferidas…y
algo de su historia, que es casi increíble.
Que todos estén bien y felices!
Besos
Vir
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